Presentación

Un poco acerca de quién soy.

Mundos Irreales

Algo

Algo

lunes, 10 de septiembre de 2012

Capitulo 4


CAPITULO 4: SECTOR 5


Por culpa del sueño no consigo dormirme y cuando los primeros rayos de luz aparecen entre los árboles despierto a Milda. Ella se levanta muy dormida y por culpa de eso, al levantarse no puede evitar chocarse contra un árbol. Me rio después de ver que no se a hecho daño. Tras hablarlo con Milda decidimos que lo mejor será encontrar un pueblo antes de morirnos de hambre, ya que las manzanas que encontramos en el bosque no son suficientes. Tras varias horas caminando por fin conseguimos salir de este bosque, aunque lo que nos encontramos al salir de el no es lo que nos esperábamos. Una gran pradera sin aparente fin a aparecido. Aunque no es tan malo, ya que encontramos un camino de tierra y decidimos seguirlo porque tiene que llevar a alguna parte. No creo que debamos seguirlo hoy porque, aunque aún sea medio día no sabemos si encontraremos un pueblo antes de que oscurezca. Antes de que pueda decírselo a Milda la veo correr por el camino de tierra y no me queda otra que seguirla. No sé cómo puede estar tan alegre cuando no recuerda cómo llegó al puente. Yo no dejo de pensar en cómo llegue a este mundo. Pero ahora prefiero no pensarlo. Ya me preocupare cuando encontremos un pueblo.
Cuando empieza a anochecer, el cielo amenaza con una lluvia y en solo 10 minutos cae una torrencial lluvia que nos obliga a correr para encontrar refugio. Corremos durante varios minutos hasta que llegamos a una colina. Nos subimos en ella y a lo lejos vemos un pueblo. Por fin encontramos uno, aunque aun está demasiado lejos y esta lluvia no parece que vaya a acabar. La única solución es correr lo más rápido posible hacia el pueblo. Salimos corriendo por un sendero lleno de árboles. El cielo amenaza con una tormenta eléctrica. Milda se empieza a asustar y de golpe va a tanta velocidad que no puedo alcanzarla. Entonces veo como un rayo alcanza a uno de los árboles y le va a caer encima. Le grito para que se aparte, pero por culpa de mi grito se asusta más y se queda quieta. Consigo apartarla antes de que el árbol le caiga encima pero me cae a mi encima de las piernas. Lo único que recuerdo es un dolor insoportable en las piernas y el torso se me quemaba por culpa del fuego del árbol. Intento gritar pero el humo se me mete en la garganta y me impide hacerlo. No veo donde esta Milda, espero que este bien y pueda pedir ayuda en el pueblo. Veo a alguien acercarse hacia mí antes de desmayarme.
Abro los ojos despacio y veo que estoy en una habitación blanca, parece un hospital, pero no logro recordad como llegué. Supongo que estaba inconsciente cuando me trajeron aquí. Intento levantarme de la cama pero lo único que consigo es caerme de la cama. No me había dado cuenta de que tengo las dos piernas vendadas.  Intento arrastrarme un poco por fuera de la sala para averiguar dónde estoy. Cuando llevo unos cuantos minutos arrastrándome un dolor insoportable me viene de las piernas. El dolor me impide seguir y lo único que puedo hacer es gritar de dolor. Veo que alguien viene por el pasillo y lleva consigo una silla de ruedas. Creo que vienen a por mí, me habrán oído gritar. La enfermera me sube a la silla y me lleva en silencio de a otra sala. Durante el camino me inyecta una sustancia que identifico como morfina, ya que mi prima es enfermera y lo único que me a gustado de ella es que siempre se a interesado por enseñarme cosas de su oficio. La enfermera me lleva a una sala. Justo cuando mi silla de ruedas entra por la puerta una persona se me abalanza, tirándome al suelo. Sorprendida miro a ver quién es esa persona. Es Milda, ha sobrevivido. Empiezo a llorar de alegría por primera vez en mi vida. Ella de verdad me importa, no quiero que le pase nada, la protegeré siempre. Me lo prometo a mí mismo. Cuando a Milda se le pasa la euforia se da cuenta que me a tirado y corre a levantarme. En cuanto me levanta la abrazo durante un rato. Cuando por fin la suelto me doy cuenta de que no estamos solas en la habitación. Al fondo de la sala hay una mesa en la cual están sentados 4 personas. La sala es blanca con unos cuantos monitores y aparatos en la pared. Parece una sala de mando. Milda me acerca a la mesa y las personas se presentan.
-Me llamo Taldor*Dice un hombre de constitución fuerte, debe de medir más de 1,80 y tendrá entre unos 37 años. Tiene el pelo negro y lleva una especie de uniforme gris y blanco.*
-Yo soy Linda*Habla una mujer de pelo castaños, bajita y aparentemente no muy fuerte. Lleva el mismo uniforme que Taldor* Y estas son Sasla y Velda, son hermanas*Dice señalando a dos chicas idénticas que están al lado de Linda , llevan el pelo rubio y recogido con una coleta. Parecen tener unos 20 años. También llevan el mismo uniforme*
Es lo que primero me llama la atención, todos van con uniforme, pero dejo de pensar ene so y me centro en lo importante, donde estoy. Decido preguntarle a Linda, ya que parece la más habladora y amigable.
-Dónde estamos?
-En un bunker subterráneo en lo que llamamos Sector 5.
-Porque estamos en un bunker y que es el Sector 5? Que está pasando aquí?
-Parece que has perdido la memoria, luego te haremos unas pruebas en el centro de cuidados intensivos. A ver, te recogimos cuando Milda nos avisó de que estabas atrapada debajo de un tronco. Te trajimos aquí, a nuestro bunker.
-Pero yo vi un pueblo*Digo llevándome la mano a la cabeza mientras intento recordar *Por culpa del árbol recuerdo las cosas a trozos*
-Lo que tu vistes son los restos de un pueblo, quedo así después del bombardeo….*Veo que se le caen una lagrimas cuando me cuenta esto, pero enseguida vuelve a sonreír* Ahora los supervivientes vivimos en este bunker.
-Quien os bombardeó?
-Unos aviones enemigos.
-Sigo sin enterarme, quien os atacó?*Digo perpleja al no saber qué está pasando*
-Haber, empecemos por el principio. Hace 115 años el mundo tal y como lo conocíamos se acabó. Por culpa de las guerras entre los otros países la mayoría de la población murió y los países cayeron. De entre la ruina, los supervivientes fundaron un nuevo reino, llamado Elendor, que en nuestra cultura significa “El que resurge de las cenizas”. El reino se fundó con base democrática y elecciones. A los 5 años, surgió un político que quería alzarse con el poder. Armo un ejército y hizo un golpe de estado, pero fracasó.  Hace dos años, el hijo del político sublevado volvió a intentar el golpeo de estado. Y esta vez lo consiguió gracias a que era el Doctor encargado del desarrollo armamentístico. Más de la mitad del reino se convirtió en rebeldes que luchan contra el reino del Doctor. La guerra lleva dos años y se a cobrado muchas vidas, pero con un gran esfuerzo conseguimos arrebatarles ciertos puntos estratégicos que nos han ayudado a defendernos.
Cuando acaba de contarme la historia, me empiezo a marear. Ya no solo estoy en otro mundo si no que además estoy en medio de una guerra. Empiezo a asustarme, pero entonces veo a Taldor, el cual no a hablado en todo el rato como se me acerca y me coge el colgante para observarlo.
-Yo he visto este colgante antes.
-Claro, también lo tiene Milda*Digo mientras me giro para mirarla. Para mi sorpresa ya no lo lleva puesto.*
-Milda también tiene uno?
-Si lo tengo, pero me lo guarde en el bolsillo por miedo a perderlo*Dice con voz tímida*
-Es una gran coincidencia que lo tengáis más personas, pero bueno, está hecho de un material muy común así que no es tan raro.
Esto me sobrepasa, están pasando cosas demasiado raras. Me giro y en un intento desesperado intento sin éxito salir de la sala. Antes de que pueda hacerlo Taldor grita algo que no llego a entender. De golpe siento un pinchazo en el brazo. Todo se vuelve oscuro, empiezo a dormirme. Despierto en una camilla en una habitación blanca. Intento moverme pero veo que unas correas me sujetan las manos. Grito para que me suelten pero nadie parece responder. Veo un trozo de cristal al lado de la camilla, lo cojo como puedo y corto las correas. Sin pensármelo me pongo de pie, y para mi asombro ya no me duelen las piernas. Camino apoyándome por las paredes de un pasillo destrozado. Consigo sin saber cómo llegar a la sala donde estaba antes. No hay nadie. Sigo caminando hasta que llego a una cámara enorme. La cámara debía de servir para alojar a mucha gente en caso de peligro, porque está llena de cama, o lo que queda de ellas, y hay varios puestos de primeros auxilios junto a lo que parecer ser la cocina, aunque está demasiado destrozada como para reconocerla. Al ver esto no puedo evitar que a pasado.  Esta totalmente destrozada. Los muros se han derrumbado y están por el suelo de la cámara. Cuando llego a la mitad de la sala veo a una persona tirada en el suelo. Me acerco a ella para preguntarle que a pasado. Es la enfermera que me llevó, pero cuando el pongo la mano encima me doy cuenta de que está muerta. La giro y veo que un cristal le a atravesado el estomago. Asustada y aturdida corro por un pasillo. Paso por varias salas, una de las cuales me parece un dormitorio. Llego a un pasillo el cual está todo lleno de cuerpos mutilados por culpa del derrumbamiento. Me paro un momento y me apoyo contra la pared para intentar no caerme del mareo que me produce el olor de los cadáveres. Deben de haber pasado varias horas para que huela así. Además veo que la mayoría de los muertos tienen alguna parte completamente abrasada. Es como si lo que haya pasado aquí les haya quemado. Me siento en el suelo llorando porque ya no puedo seguir. Me llevo la camiseta a la cara para tapármela y que no me llegué el olor. Es inútil, el olor es tan fuerte que inevitablemente vomito. Tardo un par de minutos en recuperarme y cuando lo consigo me levanto y salgo de este pasillo. Los siguientes pasillos no mejoran, cuerpos y cuerpos de gente mutilada por las rocas y quemada por a saber que. Hay demasiados cadáveres. ¿Cuánta gente vivirá aquí? ¿Cuántos abran sobrevivido?  No se cómo consigo llegar a la superficie por culpa del malestar que tengo.  Los rayos de luz me ciegan. He pasado demasiado tiempo en ese bunker. Camino lo más rápido que puedo entre los escombros del pueblo. Creo que esta peor que antes. Es posible que lo hayan bombardeado, eso explicaría lo del bunker. No encuentro signo de vida en el pueblo. Me imagino que los supervivientes abran huido de aquí. Pero, donde está Milda? No la he visto hay abajo, aunque podría estarlo ya que ese sitio es demasiado grande. Camino hasta lo que parece la plaza del pueblo. Justo cuando llego al centro me tropiezo con algo del suelo. Me caigo y me pego un fuerte golpe en el costado. No puedo más, estoy exhausta. Intento levantarme pero siento un gran dolor en el costado. Veo que donde me he caído está lleno de sangre. Me llevo la mano a la zona del dolor y noto que me he clavado una pequeña viga de metal. Me arrastro hasta llegar al objeto con el que me he tropezado. Veo que el objeto es una persona. Es Milda. Me asusto y rápidamente compruebo haber si está viva. Lo está.  Lloro de felicidad, pero como abra llegado hasta aquí? Oigo una voz detrás de mí que dice, Yo la he traído hasta aquí. Me giro como puedo para ver quién es. Por culpa del dolor me desmayo, pero antes de hacerlo veo que esa persona es Matt.







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